El proceso de enlatado y conservación de sardinas en recipientes metálicos no es nuevo. En España, las primeras fábricas de conservas de sardinas aparecieron en el siglo XIX.
Para degustar estas sardinas, no es necesario limpiarlas ni quitarles las espinas: se les quitan las vísceras, pero conservan sus pequeñas espinas internas, que son comestibles y proporcionan un importante aporte de calcio (de 200 a 250 mg de calcio por 100 g).
Las sardinas también contienen una interesante cantidad de fósforo (300-400 mg por cada 100 g de pescado en conserva), un mineral esencial para la buena salud de los huesos.
Los beneficios de las sardinas están demostrados. Sería un error privarnos de sus virtudes nutricionales, ¡si encima están deliciosas!
¿Listos para gozar de las sardinillas de La Chanca?
Son fáciles de preparar y de saborear, pero cuanto más esperen, mejor estarán. No duden en reservar algunas latas, ya que la carne del pescado conservada en aceite de oliva, como bien sabe La Chanca, mejora con el tiempo.
Una vez abierto, conservar refrigerado y consumir en un plazo de 4 a 5 días. Es preferible que las sardinas estén siempre cubiertas de aceite de oliva.
Ingredientes: sardinas (Sardina Pilchardus), aceite de oliva y sal marina. Sin conservantes
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