Castillo de Canena
El castillo, situado en las alturas del pueblo de Canena en la provincia andaluza de Jaén, da nombre al pueblo, pero también a un aceite de oliva excepcional.
Castillo de Canena, productor de aceite de oliva virgen extra, posee un olivar de unas 2000 hectáreas situado en el Alto Valle del Guadalquivir, entre las Sierra de Cazorla y Sierra Mágina (en el sur de España), un entorno privilegiado donde la biodiversidad es el principal factor.
Una tradición olivarera que se remonta a 1780 con la elaboración de aceites de oliva virgen extra de las variedades Arbequina, Royal de Cazorla (variedad autóctona de la provincia de Jaén) y Picual, fruto de una cosecha temprana.
Desde la selección hasta la cosecha, se controla todo el proceso de producción, así como el transporte, el prensado y el embotellado. Recientemente se ha mejorado la prensa, ahora es una máquina con tecnología de última generación que permite el prensado en frío en las mejores condiciones.
Este aceite se exporta a más de 40 países y grandes chefs de todo el mundo trabajan con los productos de "Castillo de Canena", en particular los aceites de oliva monovarietales (picual o arbequina), o los producidos biodinámicos.
Desde 2005, la marca ha dado un giro positivo en el cultivo sostenible, comenzando por limitar el uso de productos fitosanitarios, y luego en 2010, lanzando su primera edición de "agricultura biodinámica" etiquetada por Demeter: ccontrol de la huella de agua y carbono de la producción, una vuelta al cultivo del olivar tal y como lo practicaban los romanos en la Antigüedad.
El castillo del siglo XIV, sede de la marca, perteneciente a la familia Vaño, sigue abierto al público y ofrece una vista impresionante de los olivares que rodean el pueblo.